El Camino es básicamente perfecto y está totalmente presente. ¿Cómo puede depender de práctica y realización? El vehículo del Dharma es libre e ilimitado. ¿Cuál es la necesidad de esfuerzo concentrado del hombre? Ciertamente, todo el cuerpo esta más allá del polvo del mundo. ¿Quién puede imaginar una manera de limpiarlo? Si nunca está separado de donde estamos, ¿qué sentido tiene ir de aquí para allá a fin de practicar?
Y sin embargo, si surge la mímia discrepancia, la distancia existente con el camino es como entre el cielo y la tierra. Si surge la mínima preferencia, la mente se pierde, confusa. Supongamos que uno se recrea en el orgullo derivado de la comprensión y exagera la propia iluminación, atisbando la sabiduría que permea todas las cosas, realizando el Camino y aclarando la Mente, elevando una aspiración de escalar el propio cielo. Estará realizando exploraciones iniciales y parciales por las fronteras, pero seguirá siendo deficiente en el Camino vital de la emancipación total.
¿Tengo que mencionar al Buda, que disfrutó de conocimiento innato? La influencia de sus seis años de dedicado sentarse sigue siendo palpable. ¿O la transmisión de la mente-sello realizada por Bodhidharma? La fama de sus nueve años sentado frente a la pared (de una cueva) sigue siendo exaltada en nuestros días. Si así ocurrió con los santos de antaño, ¿cómo pueden los hombres de hoy intentar "negociar" el Camino?
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Eihei Dogen
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