I
Ven, dijo la musa,
y cántame una canción que ningún
poeta haya cantado todavía, cántame lo universal.
En esta amplia tierra nuestra,
en medio de una vulgaridad inmensurable y la escoria,
encerrada y segura dentro de su fuego central,
anida la semilla de la perfección.
Compartida por toda vida en mayor o menor medida,
y anunque nada nazaca, también nace,
oculta o al descubierto,
ahí está la semilla.
II
Quédate hoy conmigo,
vive conmigo un día y una noche
y te mostraré el origen de todos los poemas,
Tendrás entonces todo cuanto hay de grande en la Tierra
y el Sol
y nada tomarás ya nunca de segunda ni de terncera mano,
ni mirarás con los ojos de los muertos,
ni te nutrirás con el espectro de los libros.
Tampoco cntemplarás el mundo con mis ojos.
Ni tomarás las cosas de mis manos.
Aprenderás a escuchar en todas direcciones.
Y dejaras que la esencia del Universo se filtre por tu ser.
Walt Whitman
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