La tempestad ha cesado.
Brilla el Sol
y los boniatos florecen telefónicamente.
¡Oh Zeus!
Envía más tormentas
porqué ya he aprendido a morir.
¡Oh Diosa de gesto sonriente y eléctrico!
Enviame más flores de boniato
porqué ya he aprendido a amar.
No pienses en lo que pudo ser y no fué,
piensa en lo que está siendo
y los platos del fregadero
serán tesoros relucientes.
¡Victoria! ¡Oh Victoria!
Sé que hay oro en ti.
Tú me indicaste el camino del huerto mágico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario